Ben-Hur

Este fin de semana llegó a los cines la remake de Ben Hur. En los ´60, Charlton Heston fue el encargado de personificar a este personaje. Cincuenta años más tarde le tocó el turno a Jack Huston (Orgullo, Prejuicio y Zombie). En Críticas Para Vos te contamos todo sobre la nueva versión del príncipe que se convirtió en esclavo.

Las cinco décadas que pasaron entre ambas películas provocaron grandes avances tecnológicos para desarrollar la producción pero la trama se mantuvo parecida. Alrededor del año 33 D.C, Ben Hur es el príncipe de Judea, ciudad ubicada en Jerusalén. De niño sus padres adoptaron un bebe quien lleva el nombre de Messala, encarnado por Toby Kebbell (El príncipe de Persia) . Sin embargo, su medio hermano nunca estuvo contento con su posición y decide abandonar el lugar y convertirse en soldado romano. 

En esos años los romanos estaban decididos a conquistar todos los territorios posibles y en un malentendido con Poncio Pilatos (sí el personaje de la Biblia), en el que Messala tuvo algo que ver, Ben Hur es destituido y obligado a ser esclavo. Cinco años más tarde y tras un hecho fortuito él logra escapar y conoce a Liderim, representado por Morgan Freeman (Nos reusamos a poner sólo una película de él). Este último será el encargado de ayudarlo para que recupere su título y pueda vengarse. 

Como Jerusalén ya había sido ocupada por los romanos, Ben Hur decide que la única posibilidad que tiene para cobrar su venganza es participar en las míticas carreras de caballos. Si gana recupera su libertad y orgullo. Sin embargo, no es tan sencillo ya que no tienen reglas y por lo general sólo uno o dos participantes llegan a la meta. Además, Messala es el campeón y nunca ha perdido por lo cual se lo considera el orgullo de Roma y ganarle es casi imposible.

Gracias a su director Timur Bekmambetov, el equipo de vesturio, el de escenografía y musicalización se logra generar ambientes perfectos. Sin dudas los puntos fuertes de la película están en esas escenas donde se recrea la era romana de manera muy detallada. Nada se les escapó y uno puede sentirse en ese momento. Los actores también supieron aprovechar esto y se lucieron, sobre todo Freeman que verlo con rastas es imperdible.

Lo más flojo quizás está en la sobredimensión de la carrera y las batallas. Se pierde un poco el espíritu de la película ya que suceden hechos difíciles de creer. De todas formas es una buena opción si pensas ir al cine. Su producción, aunque a veces sobredimensionada, no opaca la trama de la película que es bastante entretenida. De yapa la trama se desarrolla en paralelo a la de Jesús y hay varias escenas, o cameos, que son muy interesantes y bien logradas.

Desde Crítica Para Vos la recomendamos y esperamos que vean también la original. Luego nos cuentan cuál les gustó más.