La semana pasada dijimos que fue floja en cuanto a estrenos. Sin embargo, el último jueves sucedió todo lo contrario. Muchas películas aparecieron en cartelera y todas se destacan por algo. Por un lado tenemos "El contador" con Ben Affleck y Anna Kendrick. Una de suspenso y algo de acción que se destaca sobre el resto. También está "Trolls" para los más pequeños. Producida por DreamWorks apunta a la familia y sin dudas cosechará una gran cantidad de público. Pero nosotros elegimos la tercer opción. Porque nos divierte que se realicen proyectos bizarros y sin sentido. En la Crítica de la Semana vamos a hablar de "Fiesta de Salchichas" o "Sausage Party".
Antes que nada. NO ES PARA NIÑOS. Es probable que piensen "son dibujitos inofensivos" y hasta les parezcan simpáticos pero definitivamente no vayan con menores. Una vez aclarado eso podemos seguir. La película es de animación aunque está dirigida a un público adulto que le guste el humor tonto. Dura 90 minutos y fue realizada por el grupo de actores Seth Rogen, Jonah Hill, James Franco y compañía. No es la primera vez que organizan algo juntos. Quizás vieron "This is the end" (2013). Bueno, esta vez pensaron en hacer algo de ese estilo pero con el formato "Cartoons".
La trama se da en un supermercado donde todos los alimentos y elementos que se venden tienen vida. Ellos pueden hablar y moverse aunque los humanos no se percaten. Todos los días despiertan creyendo que serán seleccionados para ir "Al Paraíso". Por lo tanto se quedan en sus lugares esperando que alguna persona los saque de allí. Frank (Seth Rogen) es una salchica enamorada de Brenda (Kristen Wiig) un pan de pancho. Ambos esperan ser llevados juntos para poder unirse y tener una especia de "relación sexual" muy rara. A lo largo de la historia se encargan de describirla en múltiples oportunidades.
Para el 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos, ellos son elegidos. El problema es que también lo es una Mostaza (Danny McBride) que fue devuelta al supermercado y sabe la verdad. Los humanos o "Dioses", como son considerados, no los llevan al paraíso. Todo lo contrario, los compran para comérselos. Por ese motivo antes de ser llevada de vuelta la Mostaza se "suicida" o mejor dicho se rompe. Esto genera un incidente que termina con Frank y Brenda "fuera de sus paquetes" y por lo tanto del carrito en el que iban.
A partir de ese momento se desarrollan dos historias. Por un lado, Frank quiere saber si lo que decía Mostaza era cierto y comienza a buscar respuestas. Por el otro, el resto de las salchichas y panes son llevados a una casa donde se dan cuenta de la verdad. Una de ellas, llamada Barry (Michael Cera) escapa y debe encontrar el camino al supermercado para advertir a sus compañeros. Además, un personaje muy extraño, que no vamos a describir para que se rían sólo de verlo, llamado "Duche" (Nick Kroll) se quiere vengar de la salchicha por que cree que fue su culpa que los Dioses no lo seleccionaran.
No vamos a mentir. La película es casi impresentable. Hay una especie de pan judío (Edward Norton; sí está él también) y un Lavash árabe (David Krumholtz) que no paran de pelearse. Una goma de mascar que hace de Stephen Hawkings, un Taco (Salma Hayek) y miles de referencias políticamente incorrectas. Si buscan algo serio para ver sin dudas no es la mejor opción. Esta producción es para pasar un buen rato y divertirse con chistes fuertes y muchas veces fuera de lugar. Ojo, no todo es así. En el fondo también hay un mensaje de tolerancia hacia el otro que queda desdibujado en el medio de tantas escenas para adultos.
"Fiesta de Salchichas" fue nuestra elección. Si están buscando algo bueno vayan a ver "El Contador" que la rompe. Si buscan algo familiar "Trolls" será la mejor decisión. Ahora, si están pensando en algo diferente, tonto y divertido las salchichas no los decepcionarán. Vayan sabiendo que será lo más bizarro que verán. No hay otra descripción pero en el medio de eso hay un guión con chiste muy inteligentes, muchas críticas a la sociedad y un buen trabajo de animación. Los personajes son divertidos y bien logrados. Al final está la escena más boba de la historia que cierra una película que fue hecha para eso. Divertir sin esperar nada.
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